Perforación y Anclaje Químico
El anclaje químico (o comúnmente llamado "taco químico") se basa en la idea de fijar una varilla roscada o barra corrugada de metal a concreto fisurados o no fisurados (concreto con más de 30 días de antigüedad) o a rocas. Además, es posible realizar aplicaciones a muros de ladrillo (pared) en lugar de hacerlo mecánicamente por fricción o por enclavamiento, utilizando una resina (pegamento) rígido. Este material se inyecta en la perforación la que antes se limpia con sopladores eléctricos o manuales para una mejor adherencia en la rugosidad de la perforación, ideal además del soplador, utilizar escobillas metálicas para conseguir limpiar los restos de la perforación del mejor modo posible. La perforación en hormigones y muros se realiza con brocas para hormigón.
En rocas se realizan perforaciones diamantadas no brocas y se utilizan anclajes químicos especiales capaces de lograr adherencia en la perforación lisa y perfecta resultado de la perforación diamantada. Epoxi Puro en la mayoría de los casos. Los beneficios de este material son la resistencia mecánica y la velocidad de endurecimiento que en muchos casos son 45 minutos. Para este fin es necesario el uso de resinas de dos componentes, una resina más el catalizador o endurecedor, que se caracterizan por reacción química que luego de minutos cura o seca. Para la aplicación de esta resina, el sistema más práctico en uso hoy en día es el cartucho de bi-componente (Resina + catalizador), con el que se suministra con un dispensador manual, dispensador neumático y/o dispensador a batería y el uso de una cánula o boquilla que es el mezclador estático en el que los componentes se proporcionan en paralelo, se mezclan al pasar a través de una "espiral" (mezclador estático) interna a la boquilla.
En rocas se realizan perforaciones diamantadas no brocas y se utilizan anclajes químicos especiales capaces de lograr adherencia en la perforación lisa y perfecta resultado de la perforación diamantada. Epoxi Puro en la mayoría de los casos. Los beneficios de este material son la resistencia mecánica y la velocidad de endurecimiento que en muchos casos son 45 minutos. Para este fin es necesario el uso de resinas de dos componentes, una resina más el catalizador o endurecedor, que se caracterizan por reacción química que luego de minutos cura o seca. Para la aplicación de esta resina, el sistema más práctico en uso hoy en día es el cartucho de bi-componente (Resina + catalizador), con el que se suministra con un dispensador manual, dispensador neumático y/o dispensador a batería y el uso de una cánula o boquilla que es el mezclador estático en el que los componentes se proporcionan en paralelo, se mezclan al pasar a través de una "espiral" (mezclador estático) interna a la boquilla.